Representantes de la sociedad civil se reúnen en conversatorio sobre la Cumbre Amazónica y las lecciones de la cooperación regional

  • Nuestra América Verde reunió a lideresas y lideres de distintos países amazónicos a conversar sobre los desafíos de la región y la importancia de la protección de ecosistemas sin fronteras
  • Los participantes presentes representaban a diversas organizaciones de Colombia, Brasil, Perú, Ecuador y Bolivia

Nuestra América Verde y Conectas Direitos Humanos realizaron este viernes 25 de agosto un conversatorio junto a representantes de organizaciones de la sociedad civil y comunidades indígenas sobre lo que fue la Cumbre Amazónica y cómo esta puede brindar lecciones de cooperación regional para la protección de ecosistemas en la región, tales como el Amazonas o la Cordillera de los Andes. 

En el foro, se debatió sobre la necesidad de proteger el Amazonas y el ecosistema en su conjunto, también llamado “lugares sagrados” por Juanma Crespo, el representante de Cuencas Sagradas de Ecuador quien estuvo presente en el conversatorio. “Muchas veces los gobernantes no involucran a la sociedad civil como debiesen y hay una deuda ahí. Los Presidentes van, se toman la fotos y se van. Y en general, quedan muchos temas pendientes que son los más importantes para la sociedad civil como es la extracción del petróleo”, sostuvo Crespo. “Se está desperdiciando un momento histórico”, agregó. 

Se debatió mucho sobre la incidencia que tuvo la sociedad civil en la Cumbre Amazónica y se mencionó el logro histórico de Ecuador sobre ponerle fin a la explotación del petróleo en el Parque Nacional Yasuní, considerado el corazón de la Amazonía ecuatoriana.

Silvia Molina, investigadora de CEDLA de Bolivia, planteó que “el vínculo permanente entre lo andino y amazónico nos da una oportunidad a la sociedad civil de articulación para lograr grandes avances”. “Frente a la fuerte mercantilización de los bienes comunes y la inversión extranjera directa también tenemos un espacio de oportunidad desde la organización. El fortalecimiento de las organizaciones locales es clave para superar estos procesos. Y en este escenario, un reto importante es generar espacios de sociedad civil inclusivos que generen amplios debates”, agregó Molina. 

Entre los invitados hubo cierto consenso de que la Cumbre Amazónica tiene que transformarse en una institución que permita construir políticas que traspasen fronteras y que articule esencialmente a las organizaciones de la sociedad para el diálogo y así construir una agenda social. Germán Miño, representante de Economías Transformadoras de Colombia, planteó que “La COP28 también será importante para presentar el fortalecimiento del movimiento ciudadano amazónico. Tenemos también la COP30 que será en Brasil y es precisamente Brasil quien tiene el desafío de hacer un cambio de modelo hacia un modelo de protección de la Amazonía”.  

En el cierre del conversatorio, el Director Ejecutivo de Nuestra América Verde, Pedro Cisterna Gaete, planteó la necesidad de establecer lineamientos comunes entre los países que comparten ecosistemas y la importancia de generar políticas de alcance regional y posturas comunes sobre estos tópicos en foros y negociaciones globales. “Poco sirve que, en el caso de patrimonios naturales transfronterizos, un Estado tome medidas y los otros no. Constituir instituciones de cooperación y coordinación permanente es vital para que efectivamente protejamos bienes comunes naturales en la región. Aislarse regional y globalmente repercute negativamente en la acción climática y la protección de la biodiversidad, siendo la cooperación regional y global una condición esencial para resguardar comunidades y ecosistemas”, sostuvo Cisterna.